En este breve artículo, Danny Nicholson, Principal Cloud Specialist de Claranet UK, pone de relieve la clave para afrontar los retos de gestión de costes del cloud.
La economía cloud es "una rama del conocimiento relacionada con los principios, costes y beneficios del cloud computing". Esta definición es una forma bastante sencilla de explicar los problemas complejos a los que se enfrentan muchas organizaciones de todo el mundo. Como todos sabemos, la adopción del cloud ofrece a las empresas un enorme potencial para impulsar la eficiencia operativa. Sin embargo, también trae consigo una serie de nuevos desafíos, siendo la gestión de los costes cloud uno de los más difíciles.
En la nube, empresas que tradicionalmente se han orientado a capex (inversión en bienes de equipo) ahora pasan a un modelo de facturación variable, en función del consumo. Por lo tanto, se enfrentan a una granularidad de facturación extrema que puede alcanzar fácilmente hasta cientos de líneas de facturación, incluso si su consumo es relativamente bajo. En este contexto, a menudo las empresas dejan de lado la gestión financiera de la cuenta hasta que el gasto se ha descontrolado.
Principales inconvenientes:
- Los proveedores de la nube utilizan modelos de precios y estructuras de facturación con cientos de combinaciones y posibilidades. Esto añade complejidad en los equipos financieros a la hora de comprender el modelo de facturación, en constante cambio.
- La facilidad y la rapidez con la que se pueden suministrar los servicios pueden ser tanto un valor añadido como un problema, puesto que pueden conducir al incremento de costes variables y, en consecuencia, a cargos inesperados o facturas "excesivas".
- La constante evolución de las ofertas de precios y servicios de la nube puede generar a las empresas dificultades para mantenerse al día y traducir estos cambios en sus modelos financieros.
Pero no todo es negativo. No se debe ignorar la capacidad de escalar fácil e instantáneamente a medida que aumenta la demanda empresarial, y reducirla cuando es necesario. Después de la COVID-19, la tecnología cloud es exactamente lo que las empresas necesitan para adaptarse y adaptarse a condiciones más volátiles.
Además, con la granularidad inherente que proporciona la nube, se obtiene una visibilidad ilimitada de los costes de la tecnología y esto se puede utilizar para impulsar un consumo más eficiente de TI. Para controlar estos costes, evitando el gasto excesivo e impulsando el uso eficiente de la tecnología, las organizaciones necesitan desarrollar procesos financieros que estén diseñados para mantenerse al día con este nuevo entorno. Es importante destacar que los modelos de control de costes afectan a múltiples roles y departamentos, lo que significa que los equipos de finanzas y el centro de excelencia en la nube (CCOE) deben trabajar juntos en los ciclos presupuestarios.
En nuestra experiencia, a menudo se pasa por alto la economía cloud y no se aborda hasta que es demasiado tarde. Para tener éxito, los equipos deben centrarse en la colaboración desde el inicio de su transformación hacia la nube. Esto implica el trabajo colaborativo y estrechamente alineado de Partners, Dirección, Arquitectura, Operaciones, Gestión de Proyectos, Finanzas e incluso los equipos de desarrollo de aplicaciones.
En otras palabras, un mundo sin silos.
Danny Nicholson, Principal Cloud Specialist de Claranet UK